viernes, 23 de agosto de 2013

El cortometraje 'La rosa del desierto' se hará realidad gracias a la financiación colectiva

Por Veronica Galán*

El equipo ha conseguido superar los 8.000 euros que se había marcado como meta en la plataforma de 'crowdfunding' Verkami.

El equipo del cortometraje La rosa del desierto por fin podrá rodar. El cineasta lagunero Emilio Alonso ha conseguido recaudar los más de 8.000 euros que se había propuesto reunir en la plataforma de crowdfunding Verkami. 


La iniciativa busca "narrar la historia de amor entre dos saharauis que se conocen en la zona ocupada del Sáhara Occidental y se ven obligados a separarse por la situación que viven", según explica el propio Alonso.

Desde la página de Facebook del cortometraje el equipo mostró su entusiasmo por el éxito: "La meta ha sido conseguida y La rosa del desierto podrá contar una historia que espera servir para tomar consciencia de lo que nuestros hermanos saharauis sufren por una vida mejor."

El sistema de financiación colectiva crowdfunding se basa en los micromecenazgos, es decir, que quien quiera puede aportar libremente el dinero que estime al proyecto que le interese, a cambio de compensaciones, como aparecer en los créditos o recibir regalos. Estos presentes suelen ir desde copias en DVD del proyecto -si es audiovisual- hasta camisetas, pasando por carteles, libretas y, como en el caso de La rosa del desierto, pulseras saharauis.

La dinámica es la siguiente: se inscribe el proyecto en una plataforma de crowdfunding -Verkami y Goteo son las más comunes- se explica, se completa con una pieza audiovisual y se marca una cifra en euros como meta. El equipo cuenta con 40 días desde el día de publicación de su crowdfunding para conseguir los mecenas necesarios que apuesten por el proyecto. Si no se llega a la cifra marcada, no se recibe nada del dinero recopilado. 

La rosa del desierto casi no lo consigue. Las últimas horas fueron decisivas. Faltaban apenas unas 20 horas y varios miles de euros por alcanzar. Cuando todo el mundo pensaba que el realizador canario Emilio Alonso no iba a conseguir llegar a los 8.000 euros, ocurrió el milagro. De golpe la campaña se reanimó y los miniproductores de andar por casa comenzaron a rascar sus bolsillos para ayudar a la iniciativa. Amanecieron con 7.000 euros y pocas horas restantes, pero, al final, lo lograron. Y no solo eso, sino que acabaron superando la cifra, alcanzando los 8.055 euros.

Muchas veces estas herramientas se financiación no se saben usar, sobre todo porque su novedad. Pero en este caso han sido constantes en redes sociales y coherentes con las compensaciones que ofrecían a sus mecenas. Es lógico que la propia plataforma no tenga que hacerse responsable de la propagación de sus cientos de proyectos, por eso el equipo tiene que estrujar el cerebro y ser creativo. La página de Facebook del cortometraje no ha parado su actividad en los últimos 40 días para dar a conocer La rosa del desierto, que como tal es una piedra con apariencia de flor que crece en medio del Sáhara. 

Otro punto fuerte del proyecto ha sido el apoyo de personajes destacados de la cultura española -como Alberto Vázquez Figueroa, Malena Alterio y Aitana Sánchez Gijón- a través de vídeos que han colgado en la red. También es destacable la pieza audiovisual promocional creada para la campaña, que cuenta el proyecto de una manera visual y sencilla, con efectos logrados que denotan la seriedad y el compromiso de los cineastas.

Pero esta no será la única partida presupuestaria con la que cuenta el proyecto. En 2011 La rosa del desierto quedó en el tercer puesto de las subvenciones de Canarias Cultura en Red. Este patrocinio del Gobierno de Canarias dotó al cortometraje ambientado en el Sáhara de 12.000 euros. Los proyectos presentados son analizados y puntuados en función de determinadas características como la calidad del guion o el volumen de equipo canario que participa en él. La rosa del desierto consiguió 64,80 puntos sobre 100.

Si, efectivamente, se rueda y exhibe, se convertiría en el tercer proyecto que vea la luz de esta partida de siete piezas subvencionadas. De hecho, este grupo de cinéfilos quiere comenzar a rodar a finales de mes para poder presentar la pieza resultante al Festival Fisahara, que se celebra en octubre los campamentos saharauis.

* Publicado por La Opinión de Tenerife 

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