Luis
Buñuel Portolés nació en Calanda, Teruel, Aragón, un 22 de febrero de
1900. Director de cine español, nacionalizado mexicano. Prácticamente su
obra fue realizada en México y Francia. Sin duda, uno de los más
importantes y originales directores de la historia del cine.
Luis
pasó su infancia y adolescencia en Zaragoza, allí hizo su primaria y
secundaria, primero en Corazonistas y luego en el colegio jesuita de El
Salvador, en la plaza de Aragón. En 1908 asistió por primera vez al
“cine” Farrucini (una barraca con una lona como cubierta) para ver una
película de dibujos animados. Luis vio durante su infancia muchas
películas (su prima tenía acceso desde la cocina de su casa a la
pantalla de uno de los primeros cines de Zaragoza).
En
1915 fue expulsado por los jesuitas del colegio a causa de una
borrachera y se matriculó en el Instituto de Enseñanza Media de Zaragoza
(luego, Goya) como alumno libre. Lector de El origen de las especies de
Darwin.
A
los 17 años partió a Madrid para ir a la Universidad. Su padre quería
que fuera ingeniero agrónomo. Luis fue naturista y llevó una dieta y
vestimenta frugal. Tomó parte de las actividades del cine-club de la
Residencia de Estudiantes y trabó amistad con Salvador Dalí, Federico
García Lorca, Rafael Alberti, Pepín Bello y Juan Ramón Jiménez.
Participó en las tertulias ultraístas.
Con
sus compañeros de la Residencia hizo sus primeros ensayos de puesta en
escena, con versiones delirantes del Don Juan Tenorio en las que
actuaban Lorca y Dalí, entre otros.
En
1921 visitó Toledo, ciudad que causó una profunda impresión en Buñuel y
sus amigos. Conoció las tendencias mundiales más importantes del
pensamiento y del arte y mostró interés por el Dadaísmo. Continuó
asistiendo con regularidad al cine.
En
1923 fue afectado al servicio militar. Publicó su primer artículo,
luego vendrían los cuentos y poemas en revistas de vanguardia y preparó
un libro en que que los recopiló bajo el título Un perro andaluz. Muchas
de las imágenes de sus escritos de estos años, previos al surrealismo
francés, pasarían a su cine.
En 1924 se licenció en Historia, decidido a irse a París, la que por entonces era capital cultural de occidente.
Después
de asistir a la conferencia de Louis Aragon en la Residencia de
Estudiantes, Buñuel abandonó Madrid rumbo a París. Allí se acercó cada
vez más al grupo surrealista. Veía tres películas al día, una por la
mañana (proyecciones privadas, gracias a un pase de prensa), otra por la
tarde en un cine de barrio y otra por la noche. Colaboró como crítico
en varias publicaciones de cine y arte, como Cahiers d'Art, Alfar,
L'Amic de les Arts, Helix, Horizonte y La Gaceta Literaria.
El
pianista Ricardo Viñes le propuso la dirección escénica de El retablo
de Maese Pedro de Manuel de Falla, lo que supuso un importante éxito. La
experiencia lo llevó a escribir una pieza de teatro de vanguardia
titulada Hamlet en 1927, que fue estrenada en el Café Sélect de París.
Su
dedicación total al cine fue luego de ver Las tres luces de Fritz Lang.
Se presentó en un rodaje al conocido director de cine francés Jean
Epstein y se ofreció a trabajar en cualquier labor a cambio de aprender
todo lo que pudiera acerca del cine. Aquél acabó permitiéndole
desempeñar el cargo de ayudante de dirección en el rodaje de sus
películas mudas: Mauprat y La caída de la casa Usher, de 1928.
Fue
actor en pequeños papeles, como el de contrabandista en la película
Carmen y en La Sirène des Tropiques con Joséphine Baker. Todo lo
familiariza con la cinematografía y le permite conocer a buenos
profesionales y actores que después colaborarían con él en Un perro
andaluz y La edad de oro, sus dos primeras películas. Como crítico,
elogió el cine de Buster Keaton...
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